El otro día el programa Retrats del Canal 33 (TV pública catalana) se titulaba "Aigua de mar: font de salut", en el cual el presentador Jaume Barberà ha entrevistado a María Teresa Ilari, que se presenta como una doctora que receta agua de mar no filtrada a todos sus pacientes.
Con
este arranque tan prometedor de emociones que hicieron sangrar los oídos de más
de uno (a la vista de los comentarios que se le han dedicado en prensa y
twitter), a lo largo de la entrevista la señora María Teresa realizó unas
cuantas afirmaciones difícilmente justificables en un espacio televisivo. Como
esa parte de mí algo masoca no tuve suficiente con ello, aunque ya tenía
formada opinión por haber ido leyendo sobre este tema desde hace tiempo, me
puse en contacto con la protagonista del programa para saber de dónde sacaba
sus conclusiones y ver si de aquello había algo con fundamento. Y, como me
temía, tras mirarme la prolija documentación remitida no había mucho que
rascar, además de haber visto unas cuantas contradicciones entre los documentos
entre sí, y entre éstos y lo dicho en pantalla, por ejemplo sobre la idoneidad
de recetar agua de mar a hipertensos.
Todos
los supuestos beneficios atribuidos a beber agua de mar gravitan en torno a la
documentación escrita hace ciento y tantos años por René Quinton, fisiólogo y
aviador francés, que recogió sus ideas en el libro “El agua de mar, medio
orgánico”.
Quinton
basa sus afirmaciones en que la composición del agua marina es equiparable a la
del plasma sanguíneo y de ahí se sacó que el agua marina es beneficiosa para el
organismo. Enunció unas cuantas leyes sobre esto (no hipótesis o teorías:
leyes, que queda más contundente) muy biensonantes pero con el problema de que
esas “leyes” no tienen relación con la realidad física y biológica del medio
ambiente, un problemilla menor.
En
aquel momento podría colar debido a la falta de conocimiento en esos temas,
pero plantear de nuevo hoy en día un debate ya superado, como el de si la
tierra es plana o si la alquimia tiene sentido, no tiene demasiado rigor.
Además
dicho libro describe un experimento en el que se afirma haber desangrado
completamente a un perro para a continuación inyectarle en sus venas agua de
mar, diciendo que a los pocos días ya volvía a estar tan sano, algo que sus
seguidores lo aceptan acríticamente, como si se tratase de una verdad revelada.
De aquí se entiende que puedan salir algunas de las afirmaciones vertidas
durante el programa, por ejemplo estas cuatro:
- “La mayor parte de los pacientes son hipertensos y la mayoría beben medio litro de agua de mar al día”. Eso son 3 veces la cantidad diaria de sal recomendada, toda una bomba de relojería para el organismo si se realiza de manera asidua.
- “Nosotros sabemos que el mar va matando los microbios que puedan llegar desde fuera”. Yo invitaría a mirar una gota de agua de mar al microscopio si se tienen dudas a este respecto. Aunque el agua de mar sea antiséptica no hace falta que lleguen de fuera, los hay que ya están adaptados al medio, como las bacterias Vibrio que pueden causar infecciones graves o incluso la muerte.
- “Se ve el agua totalmente transparente, limpia, por ósmosis los microbios se deshidratan y se mueren”. Además de lo comentado anteriormente, que el agua se vea transparente no es garantía de nada per se.
- “No hay ninguna contraindicación en el agua de mar”. Y olé.
Con
lo visto anteriormente desaconsejaría totalmente el consumo de agua de mar
defendido en el programa, por muy cargados de buenas intenciones que puedan estar los que lo defienden. La emisión de este tipo de contenidos que más que dar
información útil lo que hacen es desinformar debería llevar a replantearse a
alguien en la cadena la manera en la que se están haciendo y contrastando las
informaciones que se tienen antes de llevarlas a pantalla.
Relacionado:
Cambio agua de mar por vacunas, de Sandra Millán
Alerta magufo: salud, timos y agua
de mar, de J.M.
Mulet en Naukas
El mito de los 5 venenos blancos (I): la sal, en Gominolas de petróleo
Los charlatanes atacan de nuevo: el “plasma marino” y la cura universal, en La ciencia y sus demonios
¿El agua de mar puede quitar la sed?, en Xatacaciencia
¿Por qué el agua salada no quita la sed?, en El blog de Centinel
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Luis Iglesias